Un Robo

En el empate entre Independiente y Olimpo, 1 a 1 en el Libertadores de América, el arbitraje del mendocino Fernando Espinoza, fue pésimo y rozo la vergüenza.


El encargado de impartir justicia hoy, tuvo un partido horrible. Nunca tuvo el control del partido. El criterio era muy distinto e incomprensible. No se entendía como una falta de roja, era nada, y una leve era amarilla.

Dejo pegar, y consecuentemente Independiente no pudo desarrollar su juego naturalmente.

Suena feo echar culpas a un tercero. Por suerte, se puede creer en el error y no en la mala intención. Lo que si, suena raro y feo, que pase tan seguido. Fueron muchos los partidos en los que los árbitros dejaron pegar. Habrá que hacer lo que haya que hacer, para que esto no suceda más.


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