Pese a arrancar 1 a 0 abajo, Independiente reaccionó y con rebeldía, actitud, pero sobretodo buen fútbol, pudo darlo vuelta 2 a 1 y viajará al Maracaná con un margen de un gol. Poco para algunos, aunque bueno, si lo analizamos desde el punto se vista del 0-1 a los 9´ del PT. Sin embargo, La Meza esta servida para ser campeón. Aunque claro, no será nada fácil.
Independiente arrancó muy flojo el encuentro. Simplemente el pibe Barco, de partido consagratorio, estaba lúcido, pero el rojo cedió la posesión de pelota y Flamengo empezó a dominar territorialmente en esos primeros 5 minutos. Tal es así, que Flamengo encontró a través de pelota parada, ponerse en ventaja con un cabezazo de Réver, en el que Campaña no salió a cortar y tampoco reaccionó desde la línea del arco.
Pero a partir de ahí, los de Holan empezaron a jugar verdaderamente la final. Ahí se empezó a jugar la final. Las conexiones de siempre, con un Meza y un Barco intratables, un buen Benítez y un Gigliotti similar al del martes pasado ante Libertad.
No tardó mucho en llegar el empate. El rojo tras una auténtica jugada de fútbol logró la igualdad a los 29´, que le dio un respiro. El equipo siguió yendo y yendo, con los laterales lanzados, y Miño que también acompañaba. Incluso, pudo sacarse más diferencia.
Durante los primeros minutos del segundo tiempo, el equipo parecía una continuación de ese primero. Intensidad y buen juego. Actitud. El rojo encontró el segundo. Meza demostró la categoría que tiene definiendo de volea y desató la euforia en el estadio a los 53´ minutos de partido.
El rojo siguió yendo, pero eso duró apenas unos minutos más. Es que el desgaste en el primero de los tiempos había sido tal, que el equipo estaba muy cansado. El partido se hacía, por momentos, de ida y vuelta, mientras que por otros, el rojo se replegaba demasiado atrás.
El equipo jugó como una verdadera final. La entrega no se negoció, nunca. Tal es así que se pudo tapar las individualidades, de mucha jerarquía claro está, de Flamengo. Los brasileros no llegaban a generar peligro si no era a través de sus individualidades.
Esa entrega tan pura, la electricidad que le puso el equipo al partido y también el cansancio mental, nada menor en un partido de estas características, llevaron al mencionado desgaste. Flamengo, pese a tener viajes encima y haber jugado el fin de semana, no lo sintió así, principalmente por el mezquino planteo del primer tiempo.
Ya sobre el final, se empezó a sufrir, con un árbitro en contra en varias jugadas, y con la posesión del lado opuesto. Las llegadas no eran claras, pero el sufrimiento igual estaba.
Las circunstancias del partido hicieron que la ventaja de un gol se firme y se termino de aguantar el resultado. Con la serie 100% abierta, Independiente deberá ratificar en Brasil su buen momento. Y nada menos, que en el Maracaná.
Síntesis:
Formaciones:
Independiente: Campaña; Bustos, Franco, Tagliagico y Silva; Torito y S.Miño; Meza, Barco y Benítez; Gigliotti.
Flamengo: César; Pará, Rever, Juan, Trauco; Arao, Cuéllar; Everton, Diego, L. Paquetá; F. Vizeu.
Goles: PT 9´ Réver (F) 29´ Gigliotti (I). ST 8´Meza (I)
Figura: Maximiliano Meza (I)
Estadio: Libertadores de América
Público (aprox.): 50.000
Árbitro: Mario Díaz de Vivar (PAR) (muy mal, 2)
Foto: Conmebol
Independiente arrancó muy flojo el encuentro. Simplemente el pibe Barco, de partido consagratorio, estaba lúcido, pero el rojo cedió la posesión de pelota y Flamengo empezó a dominar territorialmente en esos primeros 5 minutos. Tal es así, que Flamengo encontró a través de pelota parada, ponerse en ventaja con un cabezazo de Réver, en el que Campaña no salió a cortar y tampoco reaccionó desde la línea del arco.
Pero a partir de ahí, los de Holan empezaron a jugar verdaderamente la final. Ahí se empezó a jugar la final. Las conexiones de siempre, con un Meza y un Barco intratables, un buen Benítez y un Gigliotti similar al del martes pasado ante Libertad.
No tardó mucho en llegar el empate. El rojo tras una auténtica jugada de fútbol logró la igualdad a los 29´, que le dio un respiro. El equipo siguió yendo y yendo, con los laterales lanzados, y Miño que también acompañaba. Incluso, pudo sacarse más diferencia.
Durante los primeros minutos del segundo tiempo, el equipo parecía una continuación de ese primero. Intensidad y buen juego. Actitud. El rojo encontró el segundo. Meza demostró la categoría que tiene definiendo de volea y desató la euforia en el estadio a los 53´ minutos de partido.
El rojo siguió yendo, pero eso duró apenas unos minutos más. Es que el desgaste en el primero de los tiempos había sido tal, que el equipo estaba muy cansado. El partido se hacía, por momentos, de ida y vuelta, mientras que por otros, el rojo se replegaba demasiado atrás.
El equipo jugó como una verdadera final. La entrega no se negoció, nunca. Tal es así que se pudo tapar las individualidades, de mucha jerarquía claro está, de Flamengo. Los brasileros no llegaban a generar peligro si no era a través de sus individualidades.
Esa entrega tan pura, la electricidad que le puso el equipo al partido y también el cansancio mental, nada menor en un partido de estas características, llevaron al mencionado desgaste. Flamengo, pese a tener viajes encima y haber jugado el fin de semana, no lo sintió así, principalmente por el mezquino planteo del primer tiempo.
Ya sobre el final, se empezó a sufrir, con un árbitro en contra en varias jugadas, y con la posesión del lado opuesto. Las llegadas no eran claras, pero el sufrimiento igual estaba.
Las circunstancias del partido hicieron que la ventaja de un gol se firme y se termino de aguantar el resultado. Con la serie 100% abierta, Independiente deberá ratificar en Brasil su buen momento. Y nada menos, que en el Maracaná.
Síntesis:
Formaciones:
Independiente: Campaña; Bustos, Franco, Tagliagico y Silva; Torito y S.Miño; Meza, Barco y Benítez; Gigliotti.
Flamengo: César; Pará, Rever, Juan, Trauco; Arao, Cuéllar; Everton, Diego, L. Paquetá; F. Vizeu.
Goles: PT 9´ Réver (F) 29´ Gigliotti (I). ST 8´Meza (I)
Figura: Maximiliano Meza (I)
Estadio: Libertadores de América
Público (aprox.): 50.000
Árbitro: Mario Díaz de Vivar (PAR) (muy mal, 2)
Foto: Conmebol
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