El rival de turno para esta final internacional es Gremio, contra quien Independiente se juega algo más que un campeonato. Quiere la estrella número 18, y tomarlo de impulso para la temporada que viene. Por eso, desde Info C.A.I, les contamos como juega Gremio.
Desde que Renato Gaucho asumió la dirección técnica, el combinado de Porto Alegre consiguió dos títulos. La Copa de Brasil 2016 además de la Libertadores 2017. Su impronta se nota en cada partido: firmeza defensiva, transiciones rápidas, velocidad, y efectividad.
De atrás para adelante, nos encontramos con un arquerazo, que gana campeonatos, como Marcelo Grohe. De octavos en adelante, durante la última Copa, recibió solo 3 goles (en 8 partidos). También mérito de sus centrales, Geromel (capitán) y Kanemman, que son muy fuertes, físicos, y que van bien de arriba e incluso tienen goles de pelota parada.
Sus laterales se caracterizan más por ir que por defender. A perdido mucho con la baja de Edilson, quien era lateral derecho y una de las figuras, que manejaba la pelota parada y tenía gol. Se asociaba mucho con Ramiro (quien si bien permanece en el plantel, no viajó por una lesión). Madson tampoco podrá ser de la partida por una molestia. Habrá que ver quien ocupa ese lugar, que Renato usa como plataforma de ataque más que para cuidar la defensa. Lo mismo por el lado izquierdo, ocupado por Bruno Cortez.
El eje del medio campo, con dos volantes de contención- aunque con facilidad también para armar juego- que ayuda mucho a los centrales y lanza a los laterales y extremos. Ya sin Arthur, que ni viajó, la dupla Maicon-Jalison sería la que va a trabajar sin parar en Avellaneda. Trabajar, trabajar y trabajar. Esa es la función de ellos en el equipo.
Los costados son claves. Los dos extremos y los laterales triangulan con Luan, volante ofensivo, o con alguno de los dos mediocampistas centrales. Más allá de los nombres (Everton y Leo Moura fueron los extremos en el último partido), por allí es donde lastima Gremio. Va hasta el fondo, y allí tira el centro, o sigue buscando con pases y pelotas profundas entrar con pelota dominada al área.
La función del 9 (Jael o Cicero) es más bien de cerrar a los centrales, atraer marcas, para luego abrir y ensanchar la cancha con los laterales y extremos. Gremio no se caracteriza por buscar juego por el centro. El delantero de turno luego de salir del área y realizar la función explicada, va hasta el área a ayudar a cerrar la jugada.
Por último, Luan. Es el eje del equipo. Ayuda a lanzar el juego por las bandas y es el goleador del equipo. Muchas veces, cuando se entra el área por alguno de los dos costados, espera el pase atrás del 9 y así ha convertido muchos goles a lo largo de la Copa. Además, tiene calidad, gambeta y sobre todo, remate de media distancia, como la mayoría de los volantes del equipo brasilero.
En Avellaneda, los de Porto Alegre vendrán a replegarse y a sacar buen resultado (un empate, al menos). Si bien no lo han hecho tantas veces a lo largo de la Copa, lo han hecho muy bien cuando ha sido necesario, por ejemplo en La Fortaleza ante Lanús. La jerarquía individual permite hacerlo.
La clave será atacar las espaldas de los laterales para luego aumentar el campo que los dos centrales deben defender y así encontrar espacios también por el centro, con Meza, Gaibor, Gigliotti. Siempre partiendo de los desequilibrios individuales de los costados, ya sea Benítez, Menendez, Bustos, etc.
Un dato curioso es que Gremio nunca se vio abajo en un resultado de una serie en la Copa, nunca estuvo en desventaja, y de ponerlo en aprietos uno no sabe como va a reaccionar el equipo de Gaucho, que se hace fuerte de local, donde salvo la vuelta ante Barcelona (tenía la serie 3-0, liquidada), nunca perdió y siempre convirtió.
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