Independiente se jugará la estrella número 18 internacional de su historia en Porto Alegre, con el agregado que no se trae desde el resultado una ventaja de Avellaneda. Por eso, se viene un desafío complicado para los dirigidos de Ariel Holan.
El rojo mereció más, fue la sensación que nos quedó a todos, tras el empate en 1 ante Gremio, último campeón de la Libertadores. Porque jugó con 10 casi todo el partido, fue más, guapeó y peleó cuando fue necesario, e incluso genero más que su rival.
La situación es distinta a lo que fue la final ante Flamengo por la Sudamericana. Aquella vez se iba a un estadio con mucho más renombre, pero con una ventaja de un gol, que parecía poca. Pero a este equipo no le importan las circunstancias, o sí, se agranda en las difíciles. Y esta es una más de esas.
La vuelta del Torito será clave, para conformar una buena dupla en el medio para meter meter y meter, los 90 minutos, y así anular a los rapiditos de Gremio, pero sobre todo, hacerse de la pelota, ya que este equipo con pelota es un peligro. Lo demostró una vez más. Por eso el resultado (no fue del todo bueno) paso a segundo plano, y al equipo se le aplaudió la entrega, la actitud, el respeto a la camiseta, y la manera de jugar una nueva final.
El rival también juega y se va a querer llevar la Copa. Pero por lo que ayer se vio de Gremio, no me deslumbró. Está bien que la estrategia de los Gaúchos era esperar y encontrar algo de contra. Se encontraron en los últimos 20 de segundo tiempo con pelota regalada (Independiente estaba exhaustado por el desgaste que hizo con 10 jugadores), pero aún asi no pudieron hacer nada más que tocar la pelota de un lado a otro. Gremio no fue profundo, no llegó, no lastimó a Independiente. Me animo a decir que Flamengo, o incluso Libertad, en su momento, pusieron más en aprietos al rojo que este equipo de Renato. Que claro está: Se puede despertar y tiene las individualidades para hacerlo, y transformarse en letal.
En fin, este equipo, no tengo dudas, va a dejar la vida en Porto Alegre. Como no se cansa de repetir Holan, Independiente es el Rey de las hazañas. Vamos por otra hazaña. Independiente sabe de finales. Tiene que demostrarlo, una vez más, revalidar lo que se ha hecho en el Maracaná hace unos dos meses. Lo bueno, es que estamos tranquilos. Porque este equipo, sea cual sea el resultado, va dejar la vida por ser campeones. La vida por los colores.
El Rey de Copas va por una nueva hazaña, en el Arena Do Gremio, en Porto Alegre... |
La situación es distinta a lo que fue la final ante Flamengo por la Sudamericana. Aquella vez se iba a un estadio con mucho más renombre, pero con una ventaja de un gol, que parecía poca. Pero a este equipo no le importan las circunstancias, o sí, se agranda en las difíciles. Y esta es una más de esas.
La vuelta del Torito será clave, para conformar una buena dupla en el medio para meter meter y meter, los 90 minutos, y así anular a los rapiditos de Gremio, pero sobre todo, hacerse de la pelota, ya que este equipo con pelota es un peligro. Lo demostró una vez más. Por eso el resultado (no fue del todo bueno) paso a segundo plano, y al equipo se le aplaudió la entrega, la actitud, el respeto a la camiseta, y la manera de jugar una nueva final.
El rival también juega y se va a querer llevar la Copa. Pero por lo que ayer se vio de Gremio, no me deslumbró. Está bien que la estrategia de los Gaúchos era esperar y encontrar algo de contra. Se encontraron en los últimos 20 de segundo tiempo con pelota regalada (Independiente estaba exhaustado por el desgaste que hizo con 10 jugadores), pero aún asi no pudieron hacer nada más que tocar la pelota de un lado a otro. Gremio no fue profundo, no llegó, no lastimó a Independiente. Me animo a decir que Flamengo, o incluso Libertad, en su momento, pusieron más en aprietos al rojo que este equipo de Renato. Que claro está: Se puede despertar y tiene las individualidades para hacerlo, y transformarse en letal.
En fin, este equipo, no tengo dudas, va a dejar la vida en Porto Alegre. Como no se cansa de repetir Holan, Independiente es el Rey de las hazañas. Vamos por otra hazaña. Independiente sabe de finales. Tiene que demostrarlo, una vez más, revalidar lo que se ha hecho en el Maracaná hace unos dos meses. Lo bueno, es que estamos tranquilos. Porque este equipo, sea cual sea el resultado, va dejar la vida por ser campeones. La vida por los colores.
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